viernes, 16 de julio de 2010

El libro de texto ha muerto, larga vida al libro de texto... digital

Según esta noticia de El País, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía (según vimos en el artículo anterior, pionera en temas educativos relacionados con las Tecnologías de la Información), ha puesto en marcha un proyecto piloto a través del cual 80 centros públicos andaluces utilizarán libros en soporte electrónico a partir del curso 2010-2011. Creo que hay mucho que hablar sobre un tema tan novedoso y revolucionario como éste y muchos puntos de vista y agentes implicados en un cambio de esta magnitud.

Por un lado está el aspecto educativo, es decir, ¿es conveniente que el alumnado utilice libros digitales en su quehacer diario? ¿No existen ya suficientes contenidos digitales en Internet disponibles para su libre uso y consulta? El programa está dirigido a los cursos de 5º y 6º de primaria y 1º de la ESO. ¿Acaso su utilización no puede ser contraproducente en edades tan tempranas cuando los niños y niñas apenas han adquirido un hábito regular de lectura ni son capaces de apreciar las bondades de tener un libro en las manos? ¿Se utilizarán formatos de libros electrónicos junto con aplicaciones que permitan subrayar los textos o realizar anotaciones en los mismos? ¿Resulta nociva la lectura prolongada y el estudio en las pequeñas pantallas de 10” de los netbook TIC 2.0 proporcionados al alumnado? Según parece el formato electrónico va a ser utilizado en al menos tres asignaturas. ¿Qué quiere decir “al menos”? ¿Todas las asignaturas son susceptibles de ser adaptadas al nuevo formato? Por otra parte, ¿está el profesorado preparado para este cambio? ¿Han sido educados en nuevas metodologías educativas adecuadas a los nuevos soportes de información? Y, finalmente, ¿qué opinan las familias y los propios alumnos/as de todo esto?

Por otro lado está el tema económico. Se prevé que la iniciativa suponga un gran ahorro de costes para los centros educativos. ¿Dónde reside dicho ahorro cuando previamente se ha tenido que realizar (y se tendrá que seguir realizando porque los equipos informáticos se deterioran y han de ser sustituidos irremisiblemente con el paso del tiempo) una tremenda inversión previa del programa TIC 2.0 para proporcionar ordenadores portátiles al alumnado? ¿Están las editoriales dispuestas a ver mermar significativamente sus beneficios proporcionando los libros de texto electrónicos a un precio mucho menor que la versión en papel? ¿Qué tipos de licencias se prevén: por unidades, por volúmenes, por cursos...? Teniendo en cuenta que el soporte electrónico no se deteriora, ¿van a servir los libros electrónicos de un curso para otro o bien van a cobrar las editoriales por los mismos contenidos cada año? Si se realizan pequeñas modificaciones en los contenidos, ¿se cobrará por la actualización o de nuevo por todo el libro?

Muchas cuestiones y dudas que habrá que ir respondiendo con el paso del tiempo a medida que el proyecto avance, madure y se realicen las observaciones, análisis y evaluaciones oportunas sobre los resultados y objetivos conseguidos...

lunes, 12 de julio de 2010

Una plataforma educativa on-line como modelo

¿Qué entendemos por una plataforma educativa on-line? Podríamos definirla, tal como expliqué en el apartado de Innovación Educativa de mi propio Trabajo Fin de Máster, como una “aplicación Web que permita a las familias un seguimiento más detallado de la evolución académica de sus hijos/as, una comunicación más cercana con el profesorado y los tutores/as, una información más actualizada de todas las actividades que se organizan en el centro y, de forma global, un mayor acercamiento y potenciación de la relación entre las familias y el centro educativo”.

Actualmente la Consejería de Educación del Principado de Asturias tiene en marcha dos plataformas educativas. Por un lado, el programa SAUCE (Sistema para la Administración Unificada de Centros Educativos). Se trata de una aplicación Web que permite introducir y consultar determinada información sobre el alumnado, como pueden ser los datos de matrícula, circunstancias académicas, control de asistencia, evaluación y generación de boletines de notas. Sin embargo, toda la información está orientada hacia el profesorado, la dirección o la administración de los centros, así como a la inspección, por lo que en ningún momento sirve como herramienta que favorezca la comunicación multidireccional entre todos los agentes que componen la comunidad educativa.

En segundo lugar tenemos el Campus Virtual de Educastur, desarrollado mediante el gestor de contenidos educativos Moodle. Resulta un recurso muy interesante, aunque no siempre aplicable en cualquier aula y en cualquier asignatura. A él tienen acceso tanto el alumnado como el profesorado: los primeros pueden dejar en ella sus trabajos o consultar sus notas, además de comunicarse con el profesor a través del correo interno, mientras que los segundos pueden acceder a los trabajos para su corrección, valoración y calificación, además de poder añadir el temario, la programación, adjuntar apuntes o actividades, e incluso confeccionar exámenes que el alumnado puede realizar en clase de forma totalmente on-line.

Pues bien, la plataforma on-line perfecta que responde a la definición planteada en el primer párrafo de este artículo ya existe desde hace algunos años. Se denomina Séneca-Pasen y ha sido desarrollada e implantada por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía.


Lo más curioso del caso es esta Resolución del Ministerio de Educación y Ciencia, de 1 de octubre de 2007, de la Dirección General de Cooperación Territorial y Alta Inspección (BOE 268 de 8/11/2007, 46015-46016), por la que se ha firmado un convenio de colaboración entre el Ministerio de Educación y Ciencia y la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía para la cesión de uso de la plataforma SÉNECA-PASEN y su utilización en otras comunidades autónomas. Por ejemplo, a partir de dicha plataforma se ha puesto en marcha el portal Rayuela en la Junta de Extremadura y el programa Papás en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Entonces, ¿por qué no se hace lo mismo en otras comunidades autónomas? ¿Por qué no se reconocen los méritos y deméritos en cada caso? ¿Por qué no se desecha algo que no tiene demasiada utilidad y se sustituye o complementa con otro proyecto que proporciona reconocidos beneficios? Creo que, aunque sea triste decirlo, al final todo se reduce a lo mismo: política y dinero...